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Si te sientes cansado o deprimido, quizás no estés consumiendo
la cantidad necesaria de estas vitaminas.
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De acuerdo al segundo reporte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, estas son algunas vitaminas y minerales que más comúnmente hacen falta en nuestra dieta. La deficiencia de alguno de estos no sólo puede tener efectos a largo plazo, sino que pueden afectar tu productividad y hacerte sentir pésimo.
1. Vitamina B12
La vitamina B12 se encuentra naturalmente en muchos
productos animales como: el pescado, la carne, el pollo, los huevos y
productos lácteos; por buena suerte para los vegetarianos, algunos cereales
fortificados y productos con levadura también la contienen. La vitamina se
necesita para la correcta formación de células sanguíneas, función neurológica
y síntesis de ADN. La deficiencia de esta vitamina es extremadamente común.
Los síntomas de deficiencia de vitamina B12 incluyen
anemia megaloblástica, fatiga, debilidad, constipación, pérdida de apetito y
pérdida de peso. También pueden ocurrir problemas neurológicos como
aletargamiento y comezón en las manos y pies. Otros síntomas incluyen
dificultad para mantener el balance, depresión, confusión, demencia, memoria
deficiente y dolor en la boca y en la lengua.
2. Vitamina C
La mayoría de los animales pueden sintetizar la
vitamina C internamente, pero los humanos no; necesitamos obtenerla de la
comida. Las frutas cítricas, tomates, jugo de tomate y papas son fuentes de
vitamina C. Otros contribuyentes mayores incluyen pimientos y chiles rojos y
verdes, kiwi, brócoli, fresas y coles de Bruselas.
El cuerpo utiliza la vitamina C para la bio síntesis del
colágeno y algunos neurotransmisores, y también está involucrada en el
metabolismo de la proteína. También, como es sabido, juega un papel importante
en la función inmunológica y mejora la absorción de hierro.
La deficiencia de vitamina C provoca escorbuto, cuyos
síntomas incluyen fatiga, malestar, inflamación de encías, desprendimiento de
dientes, dolor en las articulaciones y mala cicatrización.
3. Vitamina D
No muchos alimentos contienen naturalmente vitamina D.
Los pescados grasosos como el salmón y el atún, y aceites de hígado de pescado
son las mejores fuentes naturales de ésta vitamina. A un nivel menor, también
se encuentra en el hígado, el queso, las yemas de huevo y los hongos.
Afortunadamente, nuestros cuerpos producen vitamina D cuando nuestro cuerpo
está expuesto a los rayos del sol.
La vitamina D regula el calcio en el cuerpo y ayuda a
mantener huesos fuertes. Está involucrada en el movimiento sano de los
músculos, el sistema nervioso depende en ella, mejora la función inmunológica y
ayuda a reducir la inflamación.
En niños, la deficiencia de vitamina C causa
raquitismo: enfermedad que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.
En adultos causa osteomalacia, que provoca dolor de huesos y debilidad
muscular.
4. Yodo
El yodo es un mineral que se encuentra en los peces de
mar, las algas, los camarones y otros alimentos marinos, así como en productos
lácteos y productos hechos de grano.
El cuerpo utiliza el yodo para producir hormonas
tiroidinas que trabajan para controlar otras funciones esenciales. Las hormonas
tiroidinas también se requieren para el funcionamiento correcto de los huesos y
el cerebro durante el embarazo y la niñez.
La deficiencia de yodo durante el periodo fetal y de
niñez temprana es una causa mayor en deformaciones cerebrales. En adultos puede
causar gota.
5. Hierro
La deficiencia de hierro es el desorden nutricional
número uno en el mundo. El hierro se presenta de dos formas, hemo y no hemo. El
hierro hemo se encuentra en carnes rojas, pescado y pollo; el no hemo se
encuentra en plantas como lentejas y frijoles.
El hierro derivado de animales
es absorbido más fácilmente que él no hemo.
Los síntomas de deficiencia pueden incluir fatiga y
debilidad, desarrolló cognitivo lento durante la niñez, dificultad manteniendo
la temperatura corporal, disminución de funciones inmunológicas,
susceptibilidad a infecciones, lengua inflamada.
6. Magnesio
El magnesio se encuentra en legumbres, nueces, granos
enteros y vegetales.
El magnesio ayuda al cuerpo a regular más de 325
enzimas y juega un papel importante en la organización de funciones corporales
como el control de músculos, impulsos eléctricos, producción de energía y
eliminación de toxinas.
Su deficiencia incluye pérdida de apetito, náusea,
vómito, fatiga y debilidad. Una deficiencia grave incluye letargo, comezón,
contracciones musculares y cólicos, ataques, cambios en personalidad, ritmos
cardiacos anormales y espasmos coronarios.
7. Zinc
El zinc abunda en las almejas, la carne roja y el
pollo. Los frijoles, las nueces, granos enteros y productos lácteos también
proporcionan zinc.
El zinc es importante porque ayuda al sistema
inmunológico a luchar con las bacterias y virus. También ayuda en la producción
de células durante el embarazo y la infancia. Juega un papel importante en el
olfato y el gusto.
Síntomas de su deficiencia incluyen lento crecimiento
en niños, desarrollo sexual tardío en adolescentes e impotencia en hombres.
También puede causar pérdida de pelo, diarrea y pérdida de gusto.
Adaptado para “DE TODO UN POCO”
Tema original de ecoosfera.com
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