¿Tienes miedo a enfrentarte a lo que no has hecho nunca ? ¿te bloqueas, pones excusas y evitas hacerlo? ¿Sabias que la inseguridad y baja autoestima de un emprendedor pueden impactar negativamente la venta que deseas realizar?... No te preocupes. Existen técnicas para superar ese miedo a vender. Si al ofrecer el producto se baja la mirada, se habla bajito, duele el estómago y empiezan a sudar las manos, sin duda que existe un problema conductual que se debe atender antes que impacte negativamente en tu negocio.
Lo cierto es que la timidez puede ser resultado de no haber vivido durante la niñez en un contexto que permitiera la libre opinión o expresión. Pero en todo caso un experto puede ayudar a encontrar las razones que hay detrás y cómo combatirlas.
1. Concentrarse en resolver un problema
Si se llega con un cliente pensando en la comisión que se ganará si se logra esa venta, seguro que uno tendrá estrés y un fuerte dolor de estómago.
Lo importante es que se debe pensar en cómo el producto o servicio ayudará a resolver sus necesidades para comunicárselo. Recuerda que vender es ayudar a un prospecto calificado a tomar la mejor decisión de compra.
2. Elaborar un mensaje breve
Las oportunidades de conocer a un cliente están a la orden del día: en un cocktail, en el ascensor, en una junta o en la calle. Para cautivarlo, se debe formular un mensaje sobre los beneficios del producto.
Se puedes hacer un video o una presentación breve que se reproduzca desde tu celular o una Tablet. Y no olvidar las tarjetas de presentación.
3. Grábate una frase al momento de vender
Antes de visitar a un cliente o un grupo de clientes repite internamente una frase que te dé fortaleza y te haga sentir seguro. Incluso se puede escuchar una canción que te inspire tranquilidad o valentía.
4. No vendas el producto a cualquiera
Selecciona mentalmente al prospecto de cliente, no gastar saliva ni esfuerzo en vano. Ya que lo hayas encontrado, preséntate brevemente y pídele que te regale dos minutos para presentarle tu idea.
5. Prepararse para los cuestionamientos
Ante todo, nunca, y por más nervioso que uno se encuentre, se deberá mentir sobre el producto o las condiciones comerciales que ofrece.
6. Nada es personal
Si tu cliente responde con un “no me interesa”, “no lo necesito”, “está muy caro”, “no pienso cambiar de proveedor”, “déjeme pensarlo”, no lo tomes como algo personal, por más grosero, sarcástico o indiferente que sea.
7. Evitar distracciones al vender
Si tu cita de negocios es en un restaurante, evita que tu cliente tenga la vista hacia la salida o a una ventana para que no se distraiga, míralo siempre a los ojos y no cruces los brazos. Y hablar y moverte como lo hace tu cliente sin que parezca mímica te ayudará a generar su empatía.
8. Vestirse de forma adecuada para la ocasión
En una cita de ventas los hombres deben vestir traje y corbata, zapatos boleados y estar perfectamente aseados. A las mujeres se les recomienda usar trajes sastre y una mascada al cuello.
9. Tener presencia en el escenario
Al hacer una exposición del producto frente a un grupo, si eres hombre, ponte en posición de firmes con las manos en los costados y los pies abiertos a la altura de las caderas y si eres mujer con un pie frente al otro a la altura del arco.
Hay que saber que la postura refleja que estás seguro de ti mismo y que tienes pasión por lo que haces.
10. Modular la voz
En una plática sin emoción ni altibajos en el tono de tu voz corres el riesgo de aburrir a tu interlocutor. Por ello se debe hablar de manera clara, sin ser rebuscado o ambiguo.
No utilizar expresiones como “creo” o “voy a tratar”. Por el contrario, usa las frases “estoy confiado”, “puedo”, “pienso que”.
En tu caso, ¿alguna vez has tenido que enfrentarse a este tipo de situaciones? ¿cómo lo superaste? Imagen adaptada para "DE TODO UN POCO" Tema original de > Pymex.pe/
Me encanta el otoño. Es una manera bastante estúpida de empezar un artículo, lo sé. Pero como las circunstancias me obligan a escribir menos a menudo de lo que me gustaría, de alguna manera tengo que romper el hielo.
Es algo así como la mítica frase "qué buen día se ha quedado" tras una conversación en grupo que culmina en un silencio incómodo. Y este artículo es la ruptura a mi silencio incómodo.
Pero lo prometido es deuda, y aquí estoy de nuevo disfrutando de la entrada al otoño (si es que en algún momento hubo verano) y dispuesta a introduciros un poco la primera técnica de relajación que estoy poniendo en práctica tras años de leer y memorizar su teoría. Y sí, estoy tan contenta con los resultados que mi objetivo es transmitiros el procedimiento de la mejor manera posible para que podáis empezar vosotros desde casa.
Estoy hablando de la relajación progresiva de Jacobson. Los que seguís El mono de Harlow* en Facebook sabréis que he empezado un curso a mediados de Septiembre, siguiendo los pasos de una psicoterapeuta brillante que me dijo una vez: Jamás enseñes a tus pacientes algo que no hayas hecho primero tú misma. La relajación progresiva de Jacobson
El médico Edmund Jacobson desarrolló en los años 20 una técnica de tratamiento del control de la activación (fíjate si hace años que la descubrió y todavía es a día de hoy una técnica ampliamente empleada debido a sus maravillosos beneficios). Su argumento era básicamente que la ansiedad se acompañaba de tensión muscular, y dado que esto era así, uno podía reducir su ansiedad aprendiendo a relajar esta tensión de los músculos. ¿Y qué hizo? Convencido de esta teoría, entrenó a sus pacientes para relajar voluntariamente ciertos músculos del cuerpo, agrupados en diferentes "categorías".
Los resultados fueron fantásticos y es por ellos por lo que continúa siendo una de las técnicas más enseñadas y realizadas. Originariamente fueron dieciséis grupos de músculos pero se ha avanzado en el desarrollo de la técnica concluyendo que es más efectivo reducir este número a siete (cuestión de tiempo y de complejidad). La elección os la dejo a vosotros, ambas versiones son igualmente válidas.
En el curso dimos una primera clase de teoría sobre estrés y ansiedad. Como estoy aburrida de ocuparme con estos temas debido a mi carrera, pensé que me iba a aburrir como un mono volviendo a escuchar más de lo mismo. Y efectivamente, casi me duermo.
Sin embargo hay algo que me sorprendió bastante y por lo que no solo no me dormí, sino que la clase volvió a recuperar toda mi atención: mis compañeros. Personas corrientes y molientes que nada tienen que ver con el mundo de la psicología, algunos de ellos apenas con el graduado escolar.
El instructor preguntó "¿Qué es para vosotros el estrés?". Mi mente automáticamente empezó a recitar: que si los agentes estresores, las cogniciones y creencias, la gestión de emociones, la falta de habilidades y recursos, la teoría de Lazarus, etc. Pero no abrí la boca. No abrí la boca porque para empezar no estaba en clase de psicología y para seguir no hacía falta más que escuchar las primeras respuestas para darme cuenta de algo que los psicólogos (y en general los expertos en un tema) pecamos mucho: Tender a dar por hecho (aun sabiendo que esto no es así) por movernos mucho en un determinado entorno que los demás dominan ciertos campos, que conocen nuestra jerga, que piensan como nosotros, que saben o conocen lo mismo que nosotros.
Pero esto no es así, y de hecho digamos que eso no es la regla, sino más bien la excepción.
Las primeras respuestas expresaban fundamentalmente lo que es probable que "la media" de la población expresaría: Que su idea de estrés no se acerca ni por asomo al concepto de estrés real.
Y esto es por cierto algo que debe tener muy en cuenta el experto de un tema para no caer en tecnicismos al hablar o escribir.
La mayoría de las personas entienden la palabra estrés muy por encima y no necesariamente conocen sus causas, sus consecuencias o por qué sucede (como bien me recitaba mi mente) sino como algo externo, no controlable, algo que nos viene. Incluso muchas veces se asocia a algo malo. Bien, para no enrollarme mucho, se definió el estrés, como hice brevemente en el artículo anterior.
Poco después se explicaron los pasos y pasamos a la acción. Esta técnica se puede realizar en dos posturas: sentado en una silla o endecúbito supino (tumbado). Como yo soy un culo de mal asiento, me tumbé. En realidad nos tumbamos todos, algo que no me extrañó mucho un lunes a las ocho de la tarde.
El señor de mi izquierda se durmió aproximadamente a los dos minutos de empezar a realizar los pasos. Esto no me hubiera molestado en absoluto, de no ser porque empezó a roncarme al oído. Disimuladamente y como quien está estirando el brazo izquierdo tuve que meterle un manotazo discreto para despertarle. ¡Y es que uno de los riesgos de realizar esta técnica de relajación es que es muy muy fácil quedarse dormido!
Por lo demás, y una vez se adquiere práctica y se automatizan los pasos, es perfectamente realizable en el metro, en la oficina, en casa... Incluso antes de dormir, muy apropiado para aquellos que padecen de insomnio.
Pasos a realizar
Antes de nada, ¡Importante consultar previamente con tu médico si tienes alguna contractura muscular, rotura de hueso, etc.!
Es recomendable realizar este ejercicio una vez al día hasta que se controle la tensión de cada músculo. ¡5 minutos al día bastan para notar resultados! Una mujer del curso que refería tener hipertensión arterial acudió debido al estrés que percibía en su condición de cuidadora de un familiar enfermo. Tras la primera semana aseguró que sin medicación había obtenido valores de presión arterial normales y que se sentía con mayor energía.
Además de la relajación en sí, un objetivo a cumplir en la práctica es la capacidad de concentración independientemente del ruido que haya alrededor. Es decir, una vez adquiera práctica y automatice los pasos, debería poder relajarme igual de bien a pesar de que un señor me empiece a roncar en la oreja. Comenzamos con los dieciséis grupos de músculos a tensar y relajar. Cada tensión debe durar 10s. y cada relajación también aproximadamente 10-15s.
1. Manos: Apretar los puños y relajarlos. Centrarse en la sensación de cambio.
2. Bíceps y triceps
3. Hombros: Tirar de ellos hacia atrás intentando juntar los omóplatos (cuidado con este ejercicio, a mí me dio una vez un tirón...)
4. Cuello (lateral): Doblar lentamente la cabeza hacia la izquierda lo máximo posible y tensar. Hacer lo mismo con la derecha.
5. Cuello (hacia adelante): Tocar el pecho con la barbilla lo máximo posible.
6. Boca (extraer y retraer):
7. Boca (apertura):
8. Lengua (paladar y base):
9. Ojos: Abrirlos tanto como sea posible y relajar.
10. Respiración: Respira lo más profundamente posible durante 15s.
11. Espalda: Tira de tu cuerpo hacia adelante de manera que arquees la espalda brevemente. Mucho cuidado al realizar este ejercicio.
12. Glúteos: Tensa los glúteos elevando la pelvis y vuelve a relajar.
13. Muslos: Elevar cada pierna y extenderla a 10 cm. del suelo. No tensar el estómago.
14. Estómago: Tensar los abdominales brevemente y relajar.
15. Pies: Apuntar con los dedos hacia arriba tanto como sea posible. Relajar.
16. Dedos: Tornar los dedos hacia abajo intentando tocar con ellos la planta de los pies.
Me hubiera gustado grabar la clase para compartirla directamente con vosotros, pero cuento con que muchísimos lectores no saben alemán, así que he buscado un vídeo de relajación progresiva guiada en español que se adecúe a la versión que estoy aprendiendo. Repito: Cualquier versión es igualmente válida. Os dejo con un vídeo explicativo para que probéis y visualicéis cada grupo muscular:
Imagen y titulo adaptados para "DE TODO UN POCO" Tema original del blog > El mono de Harlow. Tema ganador de: Promociona tu blog y pagina web
La siguiente historia es real, puede pasarle a cualquier mujer,
hablando de la reseña del libro de Nacho Sierra que publiqué ayer:
esto es sobre el tipo de hombre que odiamos en general, espero les guste
Si, tuve una cita a ciegas, caí en eso, incluso estando fuera de mi vocabulario, comencé a hablar a través de las redes sociales con un chico desconocido, el cuál parecía bastante guapo, tenia la edad promedio del gusto de cualquier mujer, supuestamente 32 años, luego de un tiempo comenzamos a hablar por móvil, y me pareció bastante interesante.
Un día cualquiera me llamó y me pidió una cita, ya que soy una persona sin compromisos acepté, además él me agradaba bastante. Use uno de mis más bellos atuendos y el mejor de mis perfumes, arreglé mi cabello y utilicé maquillaje sobrio pero lindo, no quería ir con el rostro como si acabasen de rellenarme con cemento.
Llegó el ansiado momento, ya que hablábamos desde hace unos meses y no había cita, lo que respecta a eso, no me agradan las citas a ciegas, o conocer personas por internet como lo mencioné anteriormente, por miedo, por desilusión, altas expectativas, o lo que venga a mi mente.
Me situé en el lugar esperado a la hora exacta, y se me acerco un hombre, de aspecto mayor, (yo tengo 25 años), canoso, alto, tés morena, vestido de modo muy deportivo, con chaqueta, zapatillas y reloj, todo de aparentes marcas reconocidas de precios excesivos.
Me saludó con un beso en el rostro, me abrazó con fuerza y dijo: “Hola preciosa Nancy, deseaba mucho conocerte”, quede atónita, no era la persona joven de las fotos, tenia un aspecto desaseado y aliento desagradable, y lo que es peor aún, no usaba perfume, lo que para mí es un pecado, no lo reconocí. “Perdón, ¿nos conocemos?”, me miró enfadado y respondió “¿ como?, acaso no me reconoces, soy yo Danilo, hemos hablado por meses por móvil y por chat”, “ ah si, claro, ¿Qué tal?,¿ que edad tienes?”, a lo que descaradamente respondió “ tengo 44 años para ser honesto”, “ ¿Qué?, tu perfil de Facebook dice que tienes 32 años, tus fotos aparentaban eso”, “bueno, si digo mi real edad, y coloco fotos actuales, las chicas no me harían caso, solo mujeres mayores”. Me sentí horrible, solo quería irme a casa y vomitar hasta cansarme, de verdad que sentí un asco, pero aguanté y fuimos a un bar a beber algo, al menos me distraería un poco.
Llegamos a un lindo lugar, con sillones bastante cómodos, nos sentamos, se acerco la camarera y realizamos nuestro pedido, mientras me conversaba con respecto a su grandeza, su inteligencia y todas sus supuestas maravillosas cualidades, se me acercaba cada vez más, mientras lo hacía yo me alejaba cada vez más, tratando de disimular mi molestia. Pasó un rato y me rosaba demasiado con su pierna y su rostro denotaba una exagerada excitación y comenzó a respirar profundamente, me tocó la pierna, y yo le quité la mano, luego le comente cosas sin importancia con respecto a mi vida tratando de detallarla lo menos posible.
Odié todo de él, luego decía frases como “ cuando las personas van de ida, yo vengo de vuelta”, “las mujeres desean lo mismo que los hombres”, “ me gusta mucho tu voluptuoso cuerpo” “ se tanto de la vida, ni imaginas, he viajado por el mundo, bla bla bla”, me sentí enferma, por lo que le indiqué que tenia que irme a casa porque me sentía mal, le dije que tenia una horrible jaqueca, me acompaño y lo desvie diciendo que mi casa estaba a 5 cuadras de donde vivía realmente.
Estaba oscureciendo, pasó poco más de una hora desde que comenzó la cita y mientras caminábamos me acercó a él a la fuerza para intentar besarme, me rehusé, luego lo intentó nuevamente por lo que también me rehusé, furioso me dijo: “ ¿por qué tan difícil? ¿Acaso no te gusté?, muchas mujeres desearían estar conmigo en este momento y tu solo te rehúsas, me tienes en llamas”, me sentí asqueada, solo quería ir a casa, pero me molesté e incoscientemente dije: “ bueno, la verdad es que mentí, tengo novio y vive conmigo, solo salí contigo por la curiosidad, mi novio es de la policia de investigaciones, si sabe que salí con otro, es capaz de matarlo”, me miró asustado, se despidió rápidamente, y corrió, jamás lo volví a ver, gracias a Dios. Imagen y titulo adaptados para "DE TODO UN POCO" Tema original de Natalia Escritorista del blog > Escritorista-lectorista.blog Tema ganador de: Promociona tu blog y pagina web
A todos nos ha pasado alguna vez tener ganas de sexo y que a nuestra pareja no le apetezca en ese mismo momento. O incluso al revés, que le apetezca a nuestro compañero o compañera y para nosotros no sea el momento idóneo de disfrutar del sexo.
Pero más allá de si hay apetencia sexual o no, sea esta de una parte u otra, ¿habéis observado si suele coincidir esta apetencia o no apetencia sexual, a una hora en concreto? ¿habéis contemplado si nos es o les es más apetecible el sexo a medio día, por la mañana, por la noche, después de comer,….?
Pues deberíamos empezar a fijarnos, y a ser conscientes de esos pequeños detalles, ya que pueden ser las claves para disfrutar más, del tiempo amatorio.
Por regla general, el sexo suele ser agradable, atractivo y placentero, aunque no siempre nos ocurre a la misma vez que a nuestro compañero o compañera. Tenemos diferentes horarios sexuales, en los que cada uno tiene o llega a tener mayor deseo e incluso sensaciones acrecentadas de las que comúnmente se tienen.
El pensar que el momento idóneo del sexo es uno en particular (como puede ser la noche) tal vez sea porque partimos de una idea preconcebida y generalizada de cuál es el mejor momento del día o la mejor hora para disfrutar del sexo. Pero resulta que no es así, hay estudios que revelan que tanto el sexo masculino como el femenino, obtienen en diferentes momentos del día, su mayor goce y apetencia erótica. Dicho estudio enumera horarios indicadores de cuando se suelen obtener orgasmos con mayor fluidez, incluso en las personas que les cuesta conseguirlo. Aunque siempre hay un PERO.
Hemos dicho antes que cada uno es diferente, con lo cual, todo le va a sentar o lo va a sentir de distinta forma. Pueden influir las inclinaciones, las predilecciones, los lugares, el dinamismo, las actividades, el acompañante, la disposición…pero lo que si se debe cuidar son los excesos de comida y bebida alcohólica, ya que si nos llenamos demasiado, o bebemos en exceso, actúa como somnífero.
Y ahora pasemos a ver las horas más placenteras, según el estudio.
Se ha comprobado que entre las ocho y las diez de la mañana, el sexo femenino suele dar más rienda suelta a su imaginación, intenciones y deseos.A partir de las diez de la mañana, mucha gente tanto de sexo masculino como femenino prefieren que sea un tiempo de estímulo o aperitivo para más tarde darse el atracón, o dicho de otra manera es el mejor momento del sexo oral.
Hay quien cuenta que después de una intensa jornada de trabajo, entre la cuatro hasta la seis más o menos, tener un momento erótico, les genera un gran placer además de ser un gran relajante. Y llega la zona horaria preferida por la mayoría del sexo femenino, ya que es entre las diez de la noche y las doce, es cuando el organismo de la mujer, elabora más hormonas. Estas hormonas sexuales, los estrógenos, influyen en el orden del sueño aportando vitalidad física, psicológica y sexual, las hace ser dinámicas.
Evidentemente esto es un estudio general, y no funciona igual para todos. Tu mejor hora, dependerá de muchos otros factores y lo marcará tu estilo de vida.
Ponte en marcha, curiosea, realiza y prueba en diferentes horarios. Rompe esquemas, acaba con la rutina de lo previsible y descubre su mejor y tu mejor hora para disfrutar del sexo.
Una pista…. a las cuatro de la tarde, es el momento supremo para ambos sexos, las dos partes están en su punto culminante y esto puede tener efectos explosivos para ambos. Imagen adaptada para "DE TODO UN POCO" Tema original del blog > Sex Shop Ardiente.com Tema ganador de: Promociona tu blog y pagina web
¿Alguna vez ha tenido un sueño recurrente? Recuerdo uno que me atormentaba en mi adolescencia y que al parecer es común: "Caigo a un precipicio oscuro y siento la desesperación inconmensurable de mi cuerpo en el vacío".
Los parasicólogos podrían interpretar el sueño de determinada manera y los psicoanalistas de otra. Incluso otros podrían llegar más lejos y aducir que son mensajes sobrenaturales. Pero ¿tienen los sueños connotaciones taumatúrgicas en nuestros días?
En todo tiempo, los sueños han tenido un lugar en la historia humana. Tal vez los onirismos más llamativos sean los proféticos o premonitorios. Y de este tipo de sueños la Biblia tiene una amplia gama de ejemplos. Algunos personajes que los experimentaron fueron José hijo del patriarca Jacob, el profeta Daniel, entre otros.
En realidad hay tres líneas diferenciadas de sueños: Los de origen divino, los naturales y los demoníacos.
Los sueños divinos fueron una manera en la que Dios se comunicaba con sus siervos para que éstos a su vez lo comunicaran a las gentes. ¿Por qué digo fueron? ¿Acaso Dios ya no utiliza esa vía de comunicación? Efectivamente. Así como un aparato electrónico tiene un tiempo de vida útil y después hay que reemplazarlo por otro nuevo, así también Dios durante un tiempo determinado se valió de los sueños para comunicarse con los hombres hasta que sustituyó a éstos por otro conducto de mensajería. Después hablaremos del magno relevo, ahora prosigamos con la naturaleza de las tres clases de sueños.
En realidad no todos los sueños divinos tuvieron el propósito de profetizar, como tampoco todos los receptores fueron adoradores de Dios. Verbigracia, al rey Abimélec de Guerar se le dio una firme advertencia por medio de un sueño. En el libro de Génesis, capítulo 20, verso 3 dice: “Después Dios vino a Abimélec en un sueño de noche y le dijo: ‘Mira que puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, puesto que es poseída por otro dueño como esposa’”. Un caso más conocido es el de los astrólogos o “reyes magos” como muchos los llaman. También fueron advertidos por medio de sueños. En el evangelio de Mateo 2:12 se cita:”Sin embargo, porque en un sueño se les dio advertencia divina de que no volvieran a Herodes, se retiraron a su país por otro camino”.
Tanto el rey Abimélec como los “reyes magos” no eran verdaderos adoradores del Dios vivo; no obstante, fueron destinatarios de mensajes divinos, pero con el propósito de ser advertidos de no actuar en detrimento de quienes en efecto si adoraban a Dios.
Otra razón para impartir sueños celestes, era la de dar instrucciones. Tenemos el ejemplo de José, el padre adoptivo de Jesús. Fue por este medio que José supo que tenía que regresar de Egipto y radicarse en Nazaret, con el propósito de que se cumpliera la profecía mesiánica:”Será llamado Nazareno”.
A los antiguos patriarcas hebreos Abrahán y Jacob, Dios les dio su paternal aprobación. Es de resaltar que los sueños de carácter profético aunque en su gran mayoría eran recibidos por los siervos de Dios, hubo algunos paganos que también los hospedaron. Como es el caso del jefe de los coperos y el jefe de los panaderos del Faraón en la época de José. Estos sueños junto con la interpretación que diera de ellos José, sirvieron para que el Faraón se diera cuenta que el espíritu divino reposaba en el joven hebreo. Otro que tuvo sueños proféticos fue Nabucodonosor, profecías que inclusive tienen cumplimientos en nuestro tiempo.
La esposa de Poncio Pilato, también tuvo un sueño, pero de advertencia, no profético: “No tengas nada que ver con ese hombre justo, porque sufrí mucho hoy en un sueño a causa de él”.
Los sueños divinos se extendieron hasta el Pentecostés del año 33 de esta era, cuando el espíritu santo derramado sobre 120 discípulos cristianos produjo dones sobrenaturales en ellos. Otro que también recibió instrucciones por medio de un sueño fue el apóstol Pablo, otrora perseguidor de cristianos, con el fin de darle a conocer a que tierras gentiles tenía que llevar el mensaje de las Buenas nuevas.
El segundo tipo de sueños y del que todo ser humano participa, es el natural. Estos germinan en nuestro subconsciente debido a diferentes estímulos. Puede ser una emoción, un pensamiento, una sensación. Hasta las actividades cotidianas generan mientras dormimos los sueños naturales. El stress, la ansiedad, el temor, en fin, cualquier circunstancia vivida, oída o vista puede desencadenar que mientras descansamos brote de nuestra mente una variopinta red de sueños.
En realidad, estos sueños no son trascendentes. El sueño que menciono en el primer párrafo pertenece a este grupo. Es algo tan normal como comer y evacuar.
El sueño nocturno tiene dos fases básicas: la REM (movimientos oculares rápidos) en esta etapa se producen los sueños. La otra fase es la NREM (movimientos oculares no rápidos) donde no hay sueños. En la primera fase pueden producirse normalmente de cuatro a más sueños. Por supuesto, estos no los recordamos. En cambio, los que si los tenemos presentes al despertarnos son los que tenemos minutos antes de regresar a la conciencia total.
Por lo general, las pesadillas también forman parte de este segundo grupo. Ya que si hemos visto por ejemplo una película de terror, o tenemos una enorme ansiedad, esto puede desembocar en un sueño perturbador.
El doctor Allan Hobson dice sobre los sueños: “son estímulos ambiguos que pueden interpretarse de cualquier manera, según la predisposición del terapeuta. Su significado se da según el enfoque del interesado…no la del sueño mismo”. Quienes les dan gran valor a los sueños, según sus perspectivas sicológicas, cada uno refleja su criterio teórico. Un freudiano le hallará un significado, un seguidor de las ideas de Jung le dará otro. Los neurocientíficos y los que quieren atribuirles significados psicológicos a los sueños no congenian en este punto.
A diferencia de los antiguos hebreos que sirvieron a Dios y los primeros cristianos, los babilonios, los griegos y los egipcios depositaban una confianza ciega en el mundo de los sueños. Los babilonios que para tomar decisiones importantes tenían que dormir en los templos con el propósito de estar más cerca de los sueños recibidos de sus dioses. Así mismo, los griegos solían dormir en las capillas de Esculapio para ser instruidos con respecto a su salud. Y los egipcios elaboraban libros de interpretación onírica. Por cierto que este tipo de consultas al estilo egipcio son muy comunes en la actualidad.
Por último, el tercer grupo de sueños, el de origen demoníaco se dio en la antigüedad como también hoy en día. Incluso muchos de ellos han llegado a atribuírselos al mismísimo Dios.
Y aquí retomo el tiempo de vida útil de los sueños divinos. Una vez que Dios, por medio de un grupo de cuarenta hombres, terminó la escritura de la Biblia, con ésta también cesó la comunicación onírica divina. ¿Por qué? Bueno, porque el reemplazo comunicacional sería de ahí en adelante precisamente este libro de origen divino. Así lo corrobora la carta a los Hebreos capítulo 1:1,2:”Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y de muchas maneras (incluyendo los sueños) a nuestros antepasados por medio de los profetas, al fin de estos días nos ha hablado a nosotros por medio de un Hijo (las enseñanzas de Jesús recabadas en la Biblia)”.
En consecuencia, cualquier sueño sobrenatural a partir de que se terminara el canon bíblico, no puede ser atribuido a Dios. Un ejemplo de sueño profético que no es de origen divino es el de María Antonieta, reina de Francia. Ella soñó un sol rojo que se elevaba por encima de una columna y que se desplomó aparatosamente. Este sueño presagiaba la proximidad de la Revolución Francesa y la caída de la monarquía. Puede que el sueño haya sido real como pudo no serlo, la cuestión es que de haberlo sido, su génesis no fue divino sino de la fuente opositora. Imagen adaptada para "DE TODO UN POCO" Tema escrito por Alejandra Sanders del blog > Cuentos de terror y profecias Tema ganador de: Promociona tu blog y pagina web
Llega el domingo por la tarde y estás en el sofá de casa viendo una peli y de pronto se te pasa por la cabeza la típica frase:"ahora mismo me comería...."
Siempre se ha hablado de adicción y lo hemos asociado con las drogas, el alcohol, los medicamentos...pero todos y cada uno de nosotros somos ADICTOS!!! Como lo leeis, todos somos adictos a un alimento (como mínimo). Si os dejan solos en una habitación con una mesa llena de chocolate, por poner un ejemplo, fijo que meteréis la mano.
Pero, ¿por qué unos alimentos crean más adicción que otros?, ¿qué alimentos tienen el record de adicción en nosotros?
Empiezas a comer y a comer y no puedes parar. Qué razón tenía el anuncio de las Pingles de "cuando haces pop ya no hay stop" porque yo personalmente soy incapaz de comer solo UNA patata de esas!!
¿Por qué? La razón es que algunos alimentos como el chocolate liberan en nuestro cerebro una serie de sustancias que dan sensación de placer y querer MÁS!!
¿Cuáles son las más adictivas? Pues apunta:
Comida basura: Quien no ha ido al McDonald y se ha comido una súper hamburguesa con un montón de patatas, refresco grande y ya ni te digo de un Mcfurry...y sólo te das cuenta de lo lleno que estás cuando te has zampado el último bocado!! Esta clase de alimentos estimulan la secreción de dopamina, que produce placer y por lo tanto la adicción.
Azúcar: Es la responsable de liberar la endorfina en nuestro cuerpo y como consecuencia queremos más y más!! Hay estudios científicos en ratas en los cuales se les quitó el azúcar y ¿sabéis qué pasó?que les entró el mono a los pobres animalitos!!
Chocolate: pero ojo, sobretodo crea adicción el que tiene LECHE! Activa las zonas del cerebro relacionadas con el consumo de drogas...Estos son palabras mayores,eh?
Queso: Contiene caseína, un grupo de proteínas propias de la leche de alto valor proteico que, al ser digerida, libera casomorfina, la cual posee efectos semejantes al de los opioides; la liberación de casomorfina en el cuerpo hace del queso un alimento potencialmente adictivo. Pobres ratones...jiji.
Comida grasienta: La comida con grasa estimula la producción de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo y crea adicción en nuestro cuerpo.
Café: si normalmente tomas café y un día no puedes tienes literalmente el síndrome de abstinencia, ya que el café es un estimulante que necesita tu cuerpo para funcionar.
Carne: Contiene hipoxantina que te hace sentirte bien y con mucha vitalidad. "Esta sustancia podría provocar dependencia al grado de que podrías sentir malestar, insatisfacción y cansancio si no la consumes" Dr. Jorge Pamplona Roger, de la Universidad de Granada.
Comida picante: vale, es a veces molesto para nuestro cuerpo, pero también libera endorfina!! Tiene un efecto analgésico.
Leche: Cualquier tipo de leche (humana y animal) tiene un cierto nivel de morfina, lo que hace que el lactante se tranquilice. Pero ojo, porque en los adultos produce adicción!
Buen karma y mal karma, lo que vamos acumulando en la vida con nuestras acciones.
Buen karma: son los pensamientos y emociones que nos llevan a actuar de forma correcta, buena, hacia uno mismo y los demás. Mal karma: pensamientos, emociones y actuaciones malas para uno mismo y los demás. El karma se acumula en el alma, tanto uno como otro por el principio de acción-reacción o causa-efecto, ley de atracción. ¿Por qué tanto miedo al karma?.
Buen karma y mal karma
Buen karma: ese es el que nos conviene acumular, a través de actuar correctamente con uno mismo, con los demás; la naturaleza, animales, etc, con todo y todos. Por supuesto el mal karma es todo lo contrario, son las malas actuaciones, formas erróneas de proceder. Todo lo que hacemos, pensamos, sentimos, como obramos con los demás y lo que nos rodea; con la tierra, naturaleza, animales, Todo, como digo, queda grabado por el subconsciente y guardado en los archivos akásicos.
Vida tras vida vas llenando el archivo de tu alma, hasta la más mínima cosa, aunque no creas que tenga importancia, está ahí. Por el principio de causa-efecto, todo lo que hagas, como actúes, volverá a ti y tendrá sus consecuencias. Si actúas bien con los demás, recibirás lo mismo. La energía que somos, será positiva y como ésta se expande y proyecta, los demás captarán lo que tú trasmites, el resultado será que actuarán de la misma forma contigo porque es lo que atraes. De la ley causa-efecto no escapamos nadie, es como la ley de gravedad. Si tus sentimientos son de odio y venganza ¿que piensas que habrá en tu vida, amor, armonía y felicidad? Está claro que no, habrá personas como tú, actuando de la misma forma y atrayendo situaciones iguales.
Tras la muerte Cuando morimos, quien nos juzga somos nosotros mismos, saldrá el buen karma y mal karma, si hemos hecho el bien o esparcido “caca” a nuestro paso por la vida. Allí, en la revisión, te das cuenta de todo y pasas al plano astral con tu vibración -mas alta o más baja- correspondiente, si tienes vibración 1, te vas al nivel 1, si tienes 7, te vas al 7. Allí se limpia, deshace y quema -si quieres, según tu libre albedrío- todo el mal karma que has acumulado de esa vida, o puedes elegir volver y “repetir curso” exactamente igual si no has aprendido la lección. Tenemos que experimentar la totalidad de la vida, TODO, para que el espíritu evolucione hasta poder quedarse en casa. Cuanto más karma o acciones buenas acumules antes te quedarás.
No nos damos cuenta de la importancia de trabajar nuestro interior, conocernos a nosotros mismos y crecer espiritualmente y como persona. El trabajo que hagamos aquí y las cosas dañinas de las que nos podamos desprender en la tierra, es trabajo que ya tenemos hecho para siempre. Aquí nos sentiremos más felices, y cuando hayamos muerto nos iremos con bastante menos peso en la maleta. Si nuestro espíritu decide volver ya será a otro nivel, tenemos que ir superando obstáculos.
Nadie nos castiga ni nos juzga, somos nosotros mismos, nuestro ser. No hay un Dios justiciero que esté apuntando nuestros actos. Nuestro ser viene a la tierra con un alma que servirá de “termómetro”, haciendo que nos sintamos mejor o peor para indicarnos si vamos bien o mal y tendremos muchas oportunidades o pruebas para solucionarlo.
El karma es la causa primera de por qué estamos aquí, y tenemos que solucionarlo para nuestra evolución. Karma significa acción.
Imagen adaptada para "DE TODO UN POCO" Tema escrito por Rosa Baena del blog > Dudeklatero.com Tema ganador de: Promociona tu blog y pagina web